Mi trabajo artístico se desarrolla en paralelo —y en cierto modo, en respuesta—a mi trayectoria como diseñador gráfico e ilustrador; lo que se traduce en una influencia directa en los medios que empleo y en mi forma de concebir la obra. Creo obra gráfica digital -única, en series limitadas certificadas o en series abiertas- que ya forma parte de colecciones públicas y privadas, y cuyo reconocimiento es cada vez mayor.
En los últimos años he ampliado mi lenguaje incorporando imágenes fotográficas generadas con IA, que en la mayoría de los casos intervengo con ilustración vectorial; en otras ocasiones las presento sin alteraciones, explorando su fuerza visual sin elementos añadidos.
Gran parte de las piezas que realizo buscan integrarse en los espacios habitados. Siguiendo una linea de trabajo influenciada por el empoderamiento para el placer, el fin último de mi obra es incorporarse en el ámbito privado y público aportando ventanas de satisfacción.
Mis series más reconocidas incluyen “Reggaeton Art” iniciado en 2018, cuando el profesor, escultor y fotógrafo Ricardo Santonja —en el marco de la “Tertulia para Hablar de Arte y Diseño”, de la que ambos somos fundadores— me propuso un proyecto de divulgación y apoyo a nuevas corrientes artísticas influenciadas por la cultura musical del reggaetón. Esta iniciativa se vio inspirada por consejo del que fuera Cónsul de España en Puerto Rico, Tomás Rodríguez-Pantoja, quien opinaba que el reggaetón estaba poniendo a cantar en español a todo el mundo, como lo hicieron en su momento el pop y el rock con el inglés. De la misma forma que la cultura pop se expandió a las artes plásticas en forma de Pop Art, empezaba a vislumbrarse una nueva corriente que bien podría denominarse Reggaetón Art. A esta propuesta fresca y popular han dirigido su mirada diversos artistas conscientes de su peso en las expresiones contemporáneas.
En 2020, diseñé y colaboré en la redacción del “1er Manifiesto Reggaeton Art”, en el que además participo como artista invitado. En este documento fundacional ya aparecían las series de barrios, retratos, remakes y featurings del reggaetón.
La serie “Suite Alicantina” comenzó con mi traslado a Alicante y pone el foco en lugares visitados jugando con la abstracción y el simbolismo. Es una recuperación actualizada del paisaje como superposición de vectores que generan la ilusión de perspectiva, casi siempre con el empleo del color plano.
Estas series —y otras en desarrollo— no son compartimentos cerrados: algunas obras viajan de un contexto a otro de manera transversal, mientras otras preservan su singularidad, abriendo nuevas perspectivas y resistiendose a una etiqueta. En realidad, estas reflexiones funcionan como sistemas organizativos para abordar y presentar distintas temáticas, pero todas mis panorámicas comparten al mismo narrador, la misma voz.
Trabajo en una reducción aparentemente desordenada a modo de trencadís, cristalizando las formas para desvelar la verdad de las cosas. Más que pintar, construyo los cuadros con recortes de color.
En definitiva, defiendo un arte popular, accesible aunque no modesto. Un trabajo de autor pero con el corazón puesto en la complacencia del observador. Mi obras son experiencias sensoriales, no estudios sociológicos, experimentos científicos, ni proclamas políticas, pero tampoco simples objetos decorativos: son ventanas para el placer y el optimismo.
Actualmente continúo trabajando estas series y otras obras, tanto por encargo como de manera personal, en paralelo a mi labor en el estudio de comunicación gráfica “Proyecto Limón”.